Risa incontrolada.
Acerca de este efecto podemos encontrar dos teorías que lo justifican. En la primera teoría se cree que el área del cerebro que controla la risa está en la corteza prefrontal y un gran volumen de receptores cannabinoides se encuentran en ese área. La segunda teoría habla que el cannabis estimula el flujo de sangre hacia las áreas del cerebro que se asocian a la risa.
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Relajación.
El THC ejerce una depresión del Sistema Nervioso Central que provoca sedación, abatimiento, letargias y somnolencia.
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Dificultades para pensar, seguir conversaciones, recordar cosas, etc.
Hay un gran número de receptores cannabinoides en la neocorteza, responsable de controlar las funciones cognitivas como son la atención o la memoria.
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Sentido distorsionado del tiempo.
El tiempo parece que pasa más lentamente.
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Aumento del apetito.
El cannabis afecta a la región del hipotálamo encargada, entre otras funciones, de controlar el apetito.
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Somnolencia
El cannabis tiene efecto depresor sobre el Sistema Nervioso Central lo que provoca que se ralenticen nuestras funciones y nos provoque sueño.
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Taquicardia (ritmo cardíaco irregular o acelerado) debido a un descenso de la presión arterial.
El corazón no puede bombear sangre. (el corazón no puede bombear sangre suficiente y el oxígeno no llega a todas las partes del cuerpo de manera eficiente).
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Distorsión de la realidad.
Los estímulos tanto visuales, auditivos como táctiles llegan a nuestro cerebro a través de los receptores. Si la información que se envía de una neurona a otra (neurotrasmisores) se ve modificada por el consumo de cannabis la percepción que tendremos de las cosas estará distorsionada.
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Dificultad para mantener la coordinación y el equilibrio.
Al igual que ocurre con el alcohol, el cannabis altera la función del cerebelo, que es el responsable de la coordinación y del control motor.
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Sequedad de boca.
La producción de saliva en la boca está controlada por una parte del sistema nervioso autónomo conocida como sistema nervioso parasimpático. Se cree que cuando el THC se adhiere a los receptores en las glándulas submandibulares provoca que dejen de recibir mensajes del sistema nervioso para que la produzca.
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Ojos rojos.
Uno de los efectos del THC es disminuir la presión arterial, lo que produce la dilatación de los vasos sanguíneos y aumenta el flujo sanguíneo a través de todo el organismo. La disminución de la presión arterial tiene un impacto directo en las arterias de los globos oculares, que se expanden, permitiendo que la sangre circule de manera más visible de lo que normalmente circularía.
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