Pautas para reducir el riesgo del consumo de Alcohol
Antes de salir márcate un límite sobre tu consumo e intenta respetarlo.
Evita presionar a los demás para que beban y aprende a decir NO cuando intenten presionarte.
No bebas con el estómago vacío. Los alimentos retrasan la absorción del alcohol en sangre y protege tu sistema digestivo de irritaciones.
Evita comer alimentos salados, pues aumentan la sed.
Bebe a pequeños sorbos, dando un margen de tiempo entre uno y otro, te ayudará a no beber tanta cantidad.
Consume bebidas de baja graduación.
Si tienes sed bebe una bebida sin alcohol.
Intercala bebidas alcohólicas con otras no alcohólicas, preferiblemente agua. Evita beber refrescos carbonatados o con azúcar cuando consumas alcohol (mezclado o no), ya que el efecto deshidratante se multiplica al tener que utilizar una mayor cantidad de agua y minerales para metabolizar el alcohol y el azúcar.
No mezcles alcohol con otras drogas. Los efectos perjudiciales se incrementan.
El consumo de bebidas alcohólicas con algunos medicamentos (ansiolíticos, antidepresivos, antibióticos,etc) está totalmente contraindicado, ya que puede afectar a la eficacia del tratamiento. La mezcla de alcohol y ansiolíticos potencia los estados depresivos.
Después de pasar la noche bebiendo alcohol, es recomendable beber agua antes de ir a dormir y durante todo el día siguiente. Recuerda que el alcohol te deshidrata.